Familia Minina – Los gatos de Consu

Con cinco basta…

Hola, al habla otra loca de los gatos que decidió embarcarse en la aventura de Mininos Murcia.

Mi familia en estos momentos la formamos siete, dos humanas y cinco peludillos; cada uno con sus peculiaridades, incluidas las humanas.

El que más antigüedad tiene en casa es Tao, alias el jefe. Único macho entre su harem de hembras es el mandamás de mi casa. A pesar de que a casa llegó con apenas 300 gr ahora goza de mas de 8kl distribuidos generosamente. Al poco de nacer fue abandonado junto a sus hermanos en una acequia. Criado a biberón pasó de bebe a mafioso. Con los humanos conocidos es muy cariñoso, especialmente si eres suministradora de comida. Le encanta dormir sobre tu cara importándole poco si respiras o no.

Seis meses después de Tao llegaron a nuestra vida Milán y Roma: dos hermanitas de la misma camada que vinieron como casa de acogida y tras unos meses de convivencia decidimos que no podíamos separarlas. No pueden estar la una sin la otra y están continuamente protegiéndose y jugando desde el día que nacieron. Recuerdo cuando las castramos que incluso aún medio sedada y temblorosa Roma iba junto a su hermana para protegerla. Roma es súper parlanchina y no deja de hablar y contestarte a todo lo que le digas. Milán toda una trapecista que en cuanto te agachas se abalanza sobre ti para darte todo su amor. Todo un tándem que hace de mi casa un sitio de todo menos aburrida.

Unos años más tarde llegó la panterita de mi casa, Wanda. La gata mas zen y cariñosa que jamás he tenido. Solo sabe dar amor. Puedo decir que jamás la he visto bufar… dudo de hasta que sepa hacerlo. Unos vecinos de mi barrio la dejaron en la calle una noche de lluvia con apenas una tacita de leche. Llorando como una descosida cuando me vio se me lanzó a los brazos como si no hubiera un mañana. Por supuesto la cogimos y se convirtió en el ángel que protege mi casa. La tuvimos apartada unos días en una habitación con una cámara para vigilarla. Pero en realidad nunca supimos quien vigilaba a quien. Eso si después de esos días en la habitación aprendió a abrir las puertas y nunca más supimos lo que es una puerta cerrada en casa.

Y la última habitante fue una víctima de la Dana del pasado año. Ella se llama Frida y la alimentábamos en una colonia que estaba justo en la zona mas afectada de Molina junto al río. Cuando al fin la policía nos dejo pasar la encontramos subida a una higuera con un agujero enorme en el cuello. Pero nada más bajar y cogerla en brazos se nos desmayó. La llevamos a casa para ir haciéndole sus curas, evitar que no se le infectara y hasta que remitiera semejante boquete. Se portaba súper bien y hasta se colocaba para que pudiéramos aliviarle y limpiarle. Pero con los días nos dimos cuenta de que tenía algún problema de visión. No calculaba bien las distancias, se le perdían constantemente los juguetes. Aún no sé cómo pudo sobrevivir tanto tiempo en la calle. Es la más joven y la más canija y su forma de defenderse ante el miedo es chillar. Si, chillar…. Es rara pero súper graciosa un maullido corto pero muy agudo que combina con el factor sorpresa y nos pega unos sustos cada dos por tres.

Pues ésta es mi familia, la cual adoro y no sabría vivir sin ella.  Son tan agradecidos que no hay mayor recompensa que llegar a casa y que me reciban con el mejor de sus maullidos.

Un abrazo minin@s

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